Cuáles son a largo plazo las consecuencias de la contaminación acústica
Aunque muchas personas no lo quieran admitir, hoy en día la contaminación acústica es un problema de gran calado que puede llegar a afectarnos de un modo realmente significativo.
De hecho, multitud de estudios afirman que con una contaminación acústica de tan solo 75 dBA, nuestra salud se puede ver afectada tanto a corto como a largo plazo, propiciando problemas que van desde la pérdida de la audición al aumento de la presión arterial.
Es decir, un ruido excesivo en nuestro día a día, altera nuestra capacidad cognitiva, nos dificulta para pensar con claridad, para concentrarnos e incluso para realizar cualquiera de nuestras tareas diarias.
En este sentido, cada vez contamos con más pruebas que evidencian los daños causados por la contaminación acústica, por ello, es importante que actuemos de forma rápida, implementando buenos diseños acústicos que absorban el sonido molesto y perjudicial, y que al mismo tiempo, nos permitan realizar nuestras tareas diarias sin ningún tipo de inconveniente.
A su vez, se ha declarado de forma unánime que el ruido tiene efectos muy perjudiciales para la salud, y tal y como te indicábamos con anterioridad, estos perjuicios varían desde trastornos puramente fisiológicos, como la conocida pérdida progresiva de audición, hasta los psicológicos, al producir una irritación y un cansancio que provocan disfunciones en la vida cotidiana, tanto en el rendimiento laboral como en la relación con los demás.
Consecuencias de la contaminación acústica
La lista de posibles consecuencias de la contaminación acústica es amplia: interferencias en la comunicación, perturbación del sueño, estrés, irritabilidad, disminución de rendimiento y de la concentración, agresividad, cansancio, dolor de cabeza, problemas de estómago, alteración de la presión arterial, alteración de ritmo cardíaco, depresión del sistema inmunológico (bajada de defensas), alteración de los niveles de segregación endocrina, vasoconstricción, problemas mentales, estados depresivos.
Perder audición envuelve muchas veces el deterioro de la capacidad oral y la conversación normal. Además. dificulta las relaciones sociales y causa una disminución del rendimiento académico y laboral, limitación de oportunidades de trabajo, aislamiento y depresión, entre otros problemas
¿Cómo evitarla?
1.- Controlar nuestro tono de voz cuando mantengamos una conversación.
2.- Utilizar un volumen moderado en los aparatos electrónicos, tales como la televisión o equipos de música.
3.- Adoptar las medidas convenientes a fin de evitar ruidos molestos de vecinos o locales colindantes.
¿Cuándo se considera que un ruido produce contaminación acústica?
No todo sonido es considerado contaminación sonora, de hecho, la Organización Mundial de la Salud define como ruido cualquier sonido superior a 65 decibelios (dB). En concreto, dicho ruido se vuelve dañino si supera los 75 dB y doloroso a partir de los 120 db.
Prevenir las consecuencias nocivas del ruido
Los sonidos pueden causar daño cuando son demasiado fuertes, incluso por un tiempo corto, por ello, podemos evitar la pérdida de audición causada por el ruido de tres maneras:
– Baja el volumen.
– Aléjate del ruido.
– Usa protectores de oído, ya sean tapones u orejeras
La exposición prolongada al ruido, ya sea en la vida cotidiana o en el puesto de trabajo, puede causar problemas médicos, como hipertensión y enfermedades cardíacas.
El ruido puede afectar adversamente a la lectura, la atención, la resolución de problemas y la memoria.
En cualquier caso, si crees que el ruido molesto de algún vecino o inmueble colindante puede estar afectándote, en AEMA podemos ayudarte.
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